LA MÁSCARA

Hoy estuvimos JAN y yo cenando en casa de unos amigos, Mónica tuvo que trabajar.

Al entrar a la casa, noté que JAN se ponía nervioso, se agarraba muy fuerte a mi, como si tuviera miedo de algo. Hemos estado muchas veces en esa casa y nunca le había pasado eso.

Al rato volví a pasar con él por el recibidor, que queda de paso hacia la cocina y volvió a hacer lo mismo.

Observé bien donde miraba y me di cuenta lo que era. Una máscara africana colgada en la pared con una expresión fuerte.

Me quedé impresionado… ¡le estaba dando miedo una máscara! No se si será una fantasía mía, pero siento que es algo muy positivo a nivel cognitivo: reconocer una expresión desafiante, en una máscara estática que está en la pared de una casa y sentir miedo.

Se agarraba a mi con muchísma fuerza. Le daba miedo pero le llamaba mucho la atención y no paraba de mirarla.

¡JAN, no dejas de sorprenderme!