Esta mañana JAN se despertó con un sarpullido en el torso y en la espalda.
El estaba perfecto, no tenía fiebre, jugaba, estaba alegre…
Aún así decidimos ir a urgencias para aseguramos que no fuera nada importante.
Le vieron y no le dieron importancia, que le vigilemos y que si sigue así vayamos el martes a su pediatra.
Tampoco le hemos notado que se rascara ni nada, veremos como está mañana.
Me fascina lo fuerte que es para todo esto.
¡Te amo y te admiro hijo!
Anda, pobre Jan, mejorate pronto