Tiene 87 años, espíritu joven, es ágil…
Josefa nos cuidaba cuando éramos pequeños, la queremos muchísimo toda la familia. Hoy hemos ido a verla, hacía tiempo que no nos veíamos y la hemos encontrado genial.
Sigue tan cariñosa como siempre, tan divertida, tan viva.
JAN lo ha pasado bomba correteando por la casa.
Tenemos que cuidar y tratar bien a las personas mayores, ellos nos enseñaron, nos abrazaron y nos cuidaron. Sus arrugas están cargadas de historias y de recuerdos.
¡Gracias Josefa!
Verdad verdadera.