…el ruido del restaurante envuelve mis sentimientos, poco a poco las conversaciones empiezan a fluir. Demasiados estímulos para mi atención. Intento calmar mi ansiedad porque todo fluya rápido y observo. Todos unidos por un mismo motivo. Distintas formas, distintos colores, distintas ideas, pero algo en común, nuestros hijos comparten un cromosoma de más…
…el calor acompaña las conversaciones cruzadas. Todo resuena. Todo interesa. Noto que los corazones se sienten más seguros. Los primeros momentos ya han pasado y el esfuerzo por dar lo mejor de cada uno es más leve, los egos están más adormecidos. Las palabras suenan más serenas y los sentimientos comienzan a abrirse…
…siento mucha emoción, muchas ganas de llorar. El testimonio directo y real de la operación a corazón abierto de unos de los bebés me deja absorto. Acompaño con todo el amor que puedo los temores de aquellos padres que sus hijos tienen alguna cardiopatía. Miro a los bebés. Respiro. Más emoción. Siento de nuevo la conexión. Padres, bebés, hermanos y el Síndrome de Down…
ANA, VICTORIA, LORENZO, RAQUEL y JAN cinco bebés preciosos.
Hoy, por fin, nos hemos podido juntar con las familias que tienen bebés con Síndrome de Down.
Han pasado muchas cosas. He sentido muchas emociones que quizás son difíciles de explicar.
Ahora que el día ha terminado me siento muy bien. Nos hemos alegrado muchísimo de ir a la comida y conocer a estas familias.
Al terminar de comer, hemos salido para hacernos unas fotos junto al restaurante. Era un parking junto a un centro comercial, no era un sitio cómodo para pararse… y sin embargo nadie se movía. Yo incluso tenía que irme cuanto antes, pues tenía que trabajar, pero me era imposible marcharme. Me sentía.. a gusto, en paz… Había algo que nos atrapaba… esto me ha llamado mucho la atención.
Es muy fuerte la energía que se mueve en torno a familias que han compartido algo tan intenso.
Entre los bebés ha habido momentos muy hermosos, JAN ha estado muy cerca de las chicas… je, je…
Los hermanos de los bebés también han compartido mucho. Se veía que había mucha conexión entre ellos. Yo he observado más de un momento que se acercaban a los pequeños y les hacían un mimo… ¿qué pasará por sus cabezas, cómo manejaran sus emociones?
Mónica y yo éramos la única famila que tenía un solo hijo… ejem… ¿será una señal…?
Ha pasado una anécdota muy graciosa. El camarero, con su melena al viento, estaba algo nervioso… carritos, bebés, niños, padres, madres… parece que le aturdía un poco tanto estímulo… el caso es que en un momento dado, cuando estaba más tranquilo, para romper el hielo me dice: «parece que los bebés son todos hermanos…» ¡ole sus huevos! Y yo le digo: «si, todos tienen un cromosoma de más» je, je… ha sido surrealista.
Aquí os pongo las fotos de este primer encuentro. Yo he fantaseado con que dentro de unos años nuestros hijos serán adultos y quedarán para comer los cinco. Verán las fotos, reiran, charlarán y seguirán compartiendo…
Quiero dar las gracias a Bea por el interés que puso en que fuéramos a esta reunión. Gracias Bea por tu apoyo, por tu cariño y por tu amor.
Y gracias a los demás padres por compartir este inolvidable encuentro.