Últimamente a JAN le ha dado por apretar. Es muy gracioso, porque no es que apriete para hacer caca, es que aprieta como para decir algo.
Te mira fijamente, hace fuerza con todo el cuerpo y se pone rojo, es genial. Es como si quisiera reivindicar algo o como si sintiera impotencia por no poder hacer algo que quiere.
También parece que lo hace como en juego y en ocasiones lo acompaña de un gritito muy particular.
Supongo que es muy difícil ser bebé e intentar hacer que te entiendan.
Uno va aprendiendo a escuchar su lenguaje particular para cubrir todas sus necesidades.
Hace un rato JAN estaba bastante inquieto, yo estaba trabajando y Mónica ha subido al estudio con él. Me encanta cuando se sientan junto a mi mientras trabajo.
JAN tenía un sonajero en la mano y ha empezado a dar golpetazos en la mesa. Parecía que estuviera martilleando algo. Je, je. Yo creo que quería llamar mi atención: Papá deja de trabajar y estate más conmigo… te necesito.
Hijo ya queda el último empujón con este proyecto, te prometo que en cuanto acabe te voy a dedicar unos días enteros para ti.
Me acuerdo que mi padre me decía que lo prometido se cumple… JAN no dudes que lo cumpliré.
