Cualquier día puede llegar una nueva sorpresa.
Esta noche, JAN había terminado de cenar pero tenía más hambre.
A Mónica se le ocurrió una gran idea, le puso unos trocitos de pan en el plato y le dio un tenedor.
Para nuestra sorpresa JAN pinchó los trocitos y se los fue llevando a la boca con una gran precisión.
¡Ha sido maravilloso! Quizás haya comenzado el camino para que JAN coma solo.
Un nuevo acierto de Mónica y una nueva hazaña de JAN.
Me como su carita de concentración. 🙂
qué gusto da verte comer, Jan!!!
Que guay!! ^^ ¡Ánimo Jan!