Hoy pasamos la tarde con los primos Nuria y Darío.
Se bañaron los tres en la piscina de la urbanización de casa de la Ita.
Lo pasaron genial, JAN estaba feliz, disfrutó muchísimo con ellos.
Después de cenar Nuria y Darío se marcharon para casa y JAN se puso muy triste. Lloraba y hacía pucheros.
A mí me dio muchísima pena verle, casi se me saltan las lágrimas. Pobrecito.
Es tan tierno y tan sentido a veces.
¡Te quiero hijo! 🙂