Es curioso, pero hay lugares que uno los tiene grabados en el recuerdo.
Por ejemplo la sala de espera de la consulta de ayer. Allí fue donde JAN empezó a dar sus primeros pasos. Lo recuerdo como si fuera ayer. Mónica y yo nos poníamos frente a frente y ayudábamos a que JAN se lanzará hacia el otro. Le costaba mucho, pero ese día consiguió soltarse un poco.
Ayer veía como caminaba y me emocionaba, como ya he dicho muchas veces, al final las cosas van llegando.
¡Qué pasada todo lo que luchamos con el tema motor!
¡Bravo JAN!