Hoy cuando llegué de trabajar, estuve un rato haciendo llamadas pendientes y resolviendo temas.
Así que no le estaba haciendo caso a JAN y se puso a quejarse y a llorar.
Entonces pude terminar, me puse a jugar con él y a atenderle.
Se partía de risa. Estaba con mucho sueño, pero hice tantas bromas y juegos mientras cenaba, que lo terminé excitando y no había quien lo durmiera.
Je, je.
Mereció la pena.. Ahora ya duerme.
A descansar. 😉