Hoy fue a recoger a JAN una amiga nuestra que hacía un tiempo que no le veía.
Nos contó que al principio estaba mosqueado, que la miró un poco extrañado. Pero luego se le pasó y estuvo genial.
Lo más gracioso fue que JAN le decía: ¡pala!
Ella no entendía bien y él insistía. Pues al final la llevó hasta la cocina, señaló las palas y consiguió lo que quería, las palas de la cocina. ¡Me parto!
¡Hijo eres un crack!