MÚSICA, DONCELLAS Y UN SECADOR

…»siempre cantando voy, una canción. Llevo la música, en el corazón» Las voces de los Papás resuenan entre las miradas de los bebés. Me concentro en la melodía y siento a mi hijo cerca de mi corazón. Una energía especial nos rodea. Respiro. La emoción me transporta. Tengo ganas de llorar…

Estos dos días junto a JAN han sido muy intensos para mí.

La ausencia de Mónica no ha sido fácil, pero la verdad es que me siento muy orgulloso de cómo he cuidado al pequeño JAN.

El primer día fue algo más difícil, JAN todavía estaba un poco convaleciente del virus y me costaba más que estuviera tranquilo. Por la mañana pasé un rato duro, no conseguía calmarle y no paraba de llorar. Al final opte por ponerlo junto a mi pecho desnudo, y se terminó durmiendo.

Al poco acudió en mi ayuda nuestro amigo Emilio, que una vez más está ahí para lo que necesitamos, ¡mil gracias Emilio! Entonces decidimos partir en su coche hacia el rodaje donde estaba Mónica.

Fue muy bonito ver a Mónica vestida de doncella, cogiendo a su hijo en brazos. La gente del rodaje han sido muy amables, todo el mundo ha estado muy cariñoso con nosotros.

Durante el día de hoy, aunque ha sido más intenso, siento que he controlado más la situación.

Por la mañana me he decidido a ir al grupo de musicoterapia para bebés, que empezaba hoy. Era el único papá que estaba sólo con su bebé. Ha sido muy emocionante.

Cuando nos hemos presentado, he contado que JAN tenía un cromosoma de más.

Durante la sesión, cuando los bebés se ponían nerviosos, las mamás les daban el pecho. Yo he sacado el biberón con la leche de Mónica y me he puesto a darle. Al rato JAN se ha puesto inquieto y no quería tomar más biberón, no paraba de quejarse. Una mamá, la hermana de nuestra amiga María, se ha ofrecido para darle el pecho. Ha sido un momento muy bonito. JAN se ha quedado mucho más tranquilo.

Luego he ido hacía Altea, tenía hora con Rafa.

En Altea les ha encantado el vídeo que subí ayer, me ha hecho mucha ilusión que me lo dijeran.

Cuando volvía para casa me ha llamado Mónica y me ha dicho que nos echába muchísimo de menos. ¡Me ha encantado!

Luego le he vuelto a dar el biberón.

Por la tarde, al ver que se me estaba acabando la leche, he decidido irme hacia el rodaje. Ha sido complicado el viaje solos JAN y yo en el coche, la localización estaba a una hora de Madrid y llovía.

En un momento del viaje, JAN se ha despertado. Ha coincidido con una retención en la carretera, ya que había mucho tráfico y he podido estirar la mano para ponerle el chupete. Entonces se ha vuelto a dormir.

Cuando he llegado allí, apenas he podido ver a Mónica pues estaba a punto de rodar.

Yo estaba algo nervioso, pues ya se me había acabado la leche. Pero en la nevera que había en la zona de maquillaje y vestuario estaba el preciado tesoro. Mónica se había sacado leche y la había dejado allí.

El tema era… como calentar la leche. No había agua caliente en el grifo y no quería ir a molestar, pues el set de rodaje estaba de paso.

Al final he tenido una brillante idea. He calentado el biberón con un secador de pelo que había en maquillaje (lo voy a patentar). Se lo ha tomado y se ha quedado dormidito en mis brazos hasta que ha llegado la mamá.

Me siento muy contento de haber podido cuidar así de mi hijo durante estos días.