Hoy Luisa, una amiga del colegio, organizó una merienda en su casa.
Bizcochos, sandwich, golosinas, juguetes y montones de niños correteando por todos lados.
Por momentos observaba la situación y me parecía un cuento… ver a todas aquellas amigas y amigos del colegio con hijos… un claro y contundente ejemplo del paso del tiempo, una amada y temida realidad.
Al principio me sentía algo extraño, quizás el constatar una vez más el retraso motor de mi hijo JAN me hacía sentirme raro.
Pero poco a poco me fui acomodando.
Me llena de alegría escuchar como mis amigas hablan de la historia de JAN. Se confiesan seguidoras del blog y halagan una y otra vez nuestra labor.
Me encantó escuchar que hay cosas que han leído en nuestra historia que les han ayudado en la relación con sus hijos.
Gracias amigas por estar ahí, gracias por vuestras palabras, gracias por vuestro interés…
Ha sido una tarde muy agradable.
Hola ! 🙂 Es que yo empecé a ver el blog porque salió en la sexta y desde ese día estoy enganchada ^^
Hola, Bernardo:
Me siento muy identificado con tu relato de la merienda a la que asistió Jan.
La primera vez que mi Vicky compartió una reunión con sus compañeritos (o colegas) yo también me sentí muy incómodo al principio, pero al verla jugar tan integrada con los otros chicos me tranquilicé mucho.
Y al finalizar ese día recuerdo muy bien que me sentí inmensamente feliz.
Un saludo desde Buenos Aires.
Hola papá, este año Jan Jugará al futbol, no desesperes.Mucho animo, a veces hay cosas que parecen no llegar nunca.
El trabajo que estais haciendo es magnifico.
Besos desde Cartagena.