El otro día la Tata (este es el nuevo nombre que le hemos adjudicado a Ana la abuela de JAN) le hizo masajes en los pies a su nieto.
A JAN no le gusta mucho que le toquen los pies, pero el otro día se dejó perfectamente.
Estaba encantado y miraba muy atento como Ana lo hacía.
Por cierto ahora JAN dice claramente «Tata». Le pusimos ese nombre porque era un lío decir La Abu y El Abu, el mismo nombre para los dos…
Aquí os pongo el instante del masaje en los pies, preciosa foto hecha por Moni. 🙂
jajaja, que gracioso está Jan, me hizo mucha gracia cuando pones lo de «no le gusta que le toquen los pies» porque no sé si en Madrid se dice, pero aquí se dice cuando alguién molesta a una persona. 😀 «No me toques los pies» xP Besos!
Me alegro de que se vaya aclarando con el nombre de las abuelas, este blog casi siempre me hace sonreir.
Recuerdo cuando mis hijos eran pequeños y mi madre consideró que no tenia edad para que le dijesen ABUELA…..Los pobres tenian un lio….le decian » la otra mamá»…como yo le decia mámá , pues pensarian que tendrian dos…..ja, ja….Cuando les expliqué que yo era su mamá y ella su abuela ,que tendriamos que buscarle un nombre intermedio,pues decidieron llamarle » seño» ya que era la directora de la guarderia donde he trabajado 30 años, como veian a los niños diciendole Seño,pues ellos También.
No se porqué empezaron a decirle MAMI y han pasado 30 años y sigue siendo MAMI. No me he parado a pensarlo hasta este momento y la verdad es que tiene su gracia.
QUE DISFRUTE MUCHO DE SU TATA, pues son momentos magnificos.
Besos desde Cartagena.