Hoy cuando fui a recoger a JAN llovía mucho.
Por cierto qué bien que llueva. 🙂
Al principio yo estaba algo preocupado por la logística de volver por la calle, pero terminó siendo divertidísimo.
Corríamos con el paraguas y el viento hacía de las suyas, JAN no paraba de chapotear y nos partíamos de risa. 🙂
Ha sido toda una aventura hasta llegar a casa. Jajaja.
¡Genial!
Más guapos imposible. Os adoro.