El otro día me apeteció llevar a JAN a una tienda de juguetes.
Desde hacía tiempo tenía ganas de comprarle uno que tuviera muñequitos para hacer teatrillo y que aprenda moverles por un espacio.
Cuando vio uno que era una casita con un columpio, un balancín y un tobogán dijo: ¡¡¡ooooh!!!. 🙂
Por supuesto se lo compré.
Ahora se parte de risa cuando agarro a la familia de los perritos y les lanzo por el tobogán.
Me encanta comprarle juguetes.
🙂