Bueno, ahí va la tercera parte que ha escrito Moni en relación al curso de habilidades sociales. ¡Me ha encantado! Genial Moni.
Ayer tuvimos la última sesión del curso de Habilidades Sociales en el colegio de Jan.
Ha sido muy enriquecedor, todos coincidíamos en qué se nos había hecho corto y que queríamos más. Todo ha sido estupendo, empezando por Raquel Ruiz Incera, la psicóloga que lo impartía, que creó un clima muy agradable de confianza en el que nos sentimos muy cómodos para expresar nuestras dudas, incluso nuestros miedos.
Creo que fue muy provechoso para las familias compartir ese espacio de charla y de complicidad, éramos tantos y hablábamos tanto que no pudimos acabar de ver todo el material. Pero escuchar las experiencias de otros padres, ver como habían resuelto diferentes situaciones con sus hijos también nos parecía importante. En fin, encantada con el curso, con Raquel y con el grupo, sólo puedo decir bien alto:¡¡¡Gracias!!!
Y la buena noticia es que hay un material muy similar al del curso que os podéis descargar aquí:
http://www.ceelourdes-aspronaga.org/sites/default/files/32L_hsocialesfamilias1.pdf
Así, qué sin la presión de tener que resumir un curso muy amplio, me voy a centrar en comentar las cosas que para mi han sido movilizadoras.
La primera frase que resonó en mi cabeza con fuerza fue: «Abarcar mucho paraliza».
Me sentí profundamente identificada con eso, con esa ansia de querer estimular en tantos aspectos, con tantas ideas y tantas propuestas que al final se quedan en nada, o en mucho menos de lo que quería.
La propuesta de Raquel es ordenarnos para conseguir ser más eficaces.
Ya lo veréis en los apuntes, pero por ejemplo, refiriéndose a la técnica de ignorar/reforzar, propone hacer listas con los comportamientos que queremos trabajar con nuestros hijos, en dos columnas. Escribimos, de más importante a menos, las actitudes que más nos molestan de nuestros hijos en la columna de la izquierda y las opuestas en la de la derecha. Esto nos dará una pista de manera clara y gráfica de por donde tenemos que empezar. La última frase de la lista de la izquierda sería la primera conducta que empezaríamos por ignorar, y el principio de la columna de la derecha sería el primer comportamiento que empezaríamos a reforzar. Es una manera de empezar por lo más sencillo de modificar, para, progresivamente, ir avanzando en dificultad.Otra recomendación que me parece importantísima es ponerle palabras a lo que ellos no pueden expresar. Por ejemplo, si están enfadados o llorando porque quieren seguir viendo dibujos y tienen que ir a bañarse, pues les diremos «Estás triste/enfadado porque quieres seguir viendo los dibujos, porque te gustan mucho, ¿verdad?»
Como cualquiera de nosotros, ellos también se sienten mejor cuando ven que se les entiende. Creo que más que como estrategia para que se calmen, nos sirve para empatizar con lo que sienten y acercarnos a ellos de manera más amorosa… Yo también patalearía si me quitan de golpe un capítulo de «Juego de Tronos» para obligarme a duchar… 🙂
También se habló de la importancia de la mirada a la hora de transmitir un mensaje. La propuesta es ponernos en cuclillas para tener nuestros ojos a la altura de los suyos, y desde allí, de igual a igual, conectar con la mirada y transmitir lo que queremos. Y sobretodo, escuchar dándoles el tiempo para que ellos nos respondan, nuestros hijos necesitan un tiempo mayor para contestar, y a veces creo que no se lo damos. Como siempre, las prisas nos juegan en contra.
Os recomiendo que leáis con atención la parte que se refiere a la comunicación no verbal, ¡me pareció interesantísima!
¡Espero que os sirva!
Mónica.
Mil gracias Moni, como siempre algo maravillos que transmites maravillosamente. Ya sabes que os quiero mucho. Besos a mi Rubio de ojos azules. Y por supesto a vosotros
GRACIAS Monica por compartir todo esto. Un beso enorme para los 3.
interesantisimo chicos y muy muy util para nosotros los.papas…mil besos!!