A JAN le encantan las escaleras, tiene pasión por subirlas y bajarlas.
Cuando pasa por delante de alguna escalera quiere ir hacia ella.
Muchas veces le tenemos que decir que no, porque es agotador sujetarle para que suba una y otra vez… pues se coge un berrinche que no veas.
Vamos hijo, pronto podrás subirlas tú solito.
🙂
jajajaja verdad!!!! Esa racha es mortal!! A mí me llegaba la lengua al suelo… 🙁 Gracias que ya pasó!!!!!
Sii, ya te digo, y cuando las pueda subir no parará quieto…esperemos que se le pase esto jijiji