Me encanta la energía que tiene JAN. Me encanta su fuerza, me encantan sus ganas de vivir.
Hoy en la bañera ha sido muy divertido, quería ponerse de pie y estiraba mucho las piernas. Yo trataba de sentarle para que no cogiera frío y el no quería ni para atrás.
Me miraba con esos ojitos preciosos como diciendo: «mira papá que bien que se estar de pie». Su cara de orgullo era maravillosa.
Luego cuando lo trataba de sentar empujaba contra mí sus piernas con energía. Yo me partía de risa. Tiene muchísima fuerza.
Me lo he imaginado caminando y me he emocionado mucho.
Estoy seguro que toda esa energía pronto dará sus frutos.