Lo que Mónica y yo sentimos por JAN es enamoramiento… como dos quinceañeros le miramos y nos derretimos.
Volvíamos de viaje, estábamos cansados, tristes por haber tenido que regresar del Frutos Festival y JAN con unas sonrisas nos ha desmontado.
Es una pasada lo fácil que es estar con él, ha aguantado de maravilla el pesado y largo trayecto… y encima nos ha sonreído.
Me encanta cuando se despierta y sonríe con carita adormilada… es maravilloso.
Sé que en el blog una y otra vez repito lo mucho que le amamos… pero no me cansaré de hacerlo. ¡¡¡Te amamos, te adoramos, te queremos, te soñamos…!!!
Mirar que hermosa mirada le regala JAN a su abuelo…
¡Qué fácil es quererte hijo!