Moni prometió a los amigos de JAN de la comunidad que hoy iba a hacer cookies con ellos.
Así que a las cinco en punto han subido todos a casa y se ha liado buena.
Uno a uno iba poniendo un poco de cada uno de los ingredientes. Moni dirigía la orquesta a ritmo azucarado y yo alucinaba. ¡Ha sido muy divertido! Estaban todos felices, disfrutando.
JAN también participaba, aunque hoy estaba con muchas ganas de ver los dibujos y de vez en cuando los pedía.
El caso es que el equipo ha hecho unas cookies riquísimas.
¡Bravo por todos!
🙂
No hay nada como ir envejeciendo para ir descubriendo cada día más donde está el amor de verdad. Y si algo he podido aprender ha sido ver amor , donde otros ven desgracia. Quien tiene la suerte de conocer a una persona con Sindrome de Down, se topará con la dulzura, la sonrisa, la mirada, el gesto amoroso, que muchas veces falta en nuestro ser. No tengo duda de que el cromosoma 21, es el cromosoma del amor.