Doy gracias porque fuimos valientes.
Doy gracias porque fuimos fuertes.
Doy gracias porque aquella noche nos miramos y lo aceptamos.
Doy gracias por todo el amor que sentimos.
Doy gracias porque no estuvimos solos.
Doy gracias porque supimos mostrarnos sin miedo.
Doy gracias porque el dolor formó parte del proceso.
Doy gracias por aprender del dolor.
Doy gracias por saber disfrutar de cada sonrisa de nuestro hijo.
Doy gracias porque seguimos juntos.
Doy gracias por los momentos de paz.
Doy gracias por cada progreso.
Doy gracias por compartir mi vida con Mónica.
Doy gracias por tener a JAN junto a mi.
¡Gracias!
Gracias por compartirlo,
Gracias por enseñarnos,…
Gracias por el Blog
Me encanta la foto,
Besos a los tres
Hola
Creo que siempre os he dado las gracias, a vosotros, si a vosotros, que amáis incondicionalmente, que palabra verdad?,!! implica tantas cosa¡¡¡¡
Bernardo creo que de nuevo debo darte las gracias, pero esta vez en especial a ti, por ser como eres; ya se que tu me dirás que eres así por estár con quien estás ,si es posible, y creo en eso tienes parte de razón, pero tu tienes que transmitir, tu trabajo, tu forma de ser… por todas partes transmites, en este caso hemos tenido suerte, esta vez son tus sentimientos lo que nos ha llegado.
Como diría un argentino QUE BUENO.
Besos y más besos, esta vez para nuestro gran mago
P.D. aunque has intentado salir muy guapo, jejej lo siento, sigue ganando el pequeño pelirrojo.
el arte de agradecer es tan beneficioso… el simple acto de dar las gracias es algo muy grande.
Tu carta es hermosa, generosa, está llena de amor y me conmueve Nano. A mí me encanta teneros cerca en el día a día, sois mi inspiración en muchos momentos, os quiero un montón!!
María
Os he encontrado por casualidad. Me alegro de que el azar, una vez más me ofrezca estas sorpresas. Enhorabuena por Jan, enhorabuena por este diario tan emocionante y verdadero.
Estoy segura de que no sólo os oyuda a vosotros, sino a muchas otras personas que pueden esatr viviendo experiencias similares.
Hace 20 años, atravesé la dolorosa experiencia de tener un hijo «diferente». No había blogs entonces, pero también yo relataba mis sentimientos en un diario. También su belleza, su ternura, sus ganas de vivir, me hacían olvidar cada día las posibles dificultades futuras y la tristeza que estos pensamientos traían a mi alma.
Y sucedía con esos momentos temidos en los que imaginaba mayores dificultades («cuando vaya a la guardería, cuando comience el colegio, cuando vaya al instituto, a la universidad, cuando se enamore…») que se iban alejando como el horizonte a medida que caminamos.
Tuvo crisis, sí. Tuvimos crisis… Y para resolverlas nunca le negué piadosamente, la verdad que había en los dolorosos comentarios que en el cole, en la calle, podían hacerle, sino que trate de enseñarle a afrontarlos con entereza, con la verdad por delante, transmitiéndole que huir (de los lugares, de la gente) no es solución, porque no se puede huir de uno mismo, y que el primer paso es el reconocimiento de lo que somos, este poco de universo tan grande y valioso para los otros.
Me ha parecido que vosotros estais haciendo añdo parecido.
Un beso para Monica, otro para tí y el más grande para Jam