Esta tarde hemos estado en el cumpleaños de Kira, una amiguita de JAN de la Escuela Infantil del año pasado.
La fiesta ha sido muy agradable, había un ambiente muy tranquilo, con un número ideal de niños y padres, todo estaba buenísimo y han tenido el detalle de poner dentro de la piñata unas pelotas con números que correspondían a un regalo para cada niño invitado. Una idea preciosa.
Era el sitio y el ambiente ideal para que JAN pudiera disfrutar, porque a él las macrofiestas le asustan un poco.
Pues nada, que no ha podido ser.
La verdad es que no se ha juntado casi nada con sus amigos. Al principio estaba asustado y nervioso, más tarde cuando ha cogido confianza se ha puesto a jugar solo y pasaba de todo.
Se que es habitual que cuando son pequeños no jueguen demasiado unos con otros, pero da mucha cosa ver que no interactúa con sus amigos.
Eso si, es cierto que no se encontraba del todo bien, en un momento le he preguntado que si quería ir a casa y muy eufórico ha dicho que si.
Además, cuando han sacado la tarta y las velas, ha vuelto a tener mucho miedo. Se asusta muchísimo.
Bueno, supongo que será una cuestión de tiempo y paciencia.
Aquí os pongo una foto que le hice en la cocina, se iba para allí y jugaba a mirarse en el reflejo de los muebles.
Dios, como te entiendo. Verles autoaislarse y ponerse a jugar solos duele. Al final te acostumbras. Juegan un rato con sus amigos y otro rato eligen disfrutar de soledad. Es duro