Esta mañana cuando me he levantado he encendido la televisión para ver si ponían alguna noticia sobre el terremoto de Haití.
Aunque me han impactado mucho las imágenes, tenía la sensación de que eso estaba pasando muy lejos. Me llama mucho la atención la distancia con la que contemplamos las catástrofes ajenas. De pronto he mirado aquellas personas a los ojos, por un momento me he puesto en su piel y he sentido mucho miedo. Y me he acordado de Marta, la mamá de Nikala (una niña preciosa con Síndrome de Down) que vive en la isla de Grenada y a la que sentimos muy cerca, y con la que estamos en contacto a través del mail. Lo que parece ajeno a uno, puede llegar a estar muy cerca.
Es difícil imaginar el calvario por el que están pasando las familias de Haití, viendo como sus seres queridos están bajo los escombros y siento que es difícil tomar conciencia de ello.
Una vez más me doy cuenta de lo afortunado que soy viviendo con Mónica y con JAN. Teniendo un hogar. Teniendo una familia. Teniendo salud.
De nuevo constato que la única forma de ser feliz es disfrutando cada instante y valorando todo lo que uno tiene.
Gracias Mónica… Gracias JAN… Por hacerme feliz.
Hola, bueno ya sabes como funcionan estas cosas, mi hermana es amiga de Palo y…. total que he llegado a tu maravilloso blog.
Me llamo Natalia, y me parece que tenéis un niño precioso.
¡¡¡ Qué motivo tan maravilloso para levantarse cada día ¡¡¡¡
Te aseguro que seguiré tu blog atentamente para ver los progresos de JAN.
Gracias por abrir vuestros corazones
Nos hemos emocionado con vuestro blog…
Tenéis un niño precioso, y él tiene a los mejores padres del mundo. Seguro que vais a vivir cada uno de sus progresos como algo maravilloso y emocionante. Ya estamos deseando conocerle.
Muchos besos
Ismael e Isabel
Gracias Nano por ser el compañero de mi hija. Vuestra armonía y amor mutuo me hace muy feliz. Despues de conocerte es imposible no quererte como a un hijo.