Esta mañana era complicada para todos.
Mónica y yo trabajábamos, y había que llevar a JAN a estimulación. Encima no se encontraba del todo bien.
Así que el abuelo Daniel se encargó de la misión.
Es la primera vez que alguién que no fuéramos nosotros le llevaba.
Todo fue de maravilla. Tras unos pequeños lloros nada más levantarse, en seguida conectó con el abuelo y todo fue viento en popa.
¡Uf! ¡Qué alivio!
Lo único malo ha sido que Javi en estimulación le encontró bastante moco en el pecho, así que hoy ha sido día intenso de fisio respiratoria.
Ahora parece que estaba mejor.
El abuelo ya se ha marchado para Barcelona, lo vamos a echar de menos.
¡Gracias Daniel por tu ayuda y compañía!