Hoy quedé con nuestro amigo Paco a tomar algo en una terraza que está junto a una zona peatonal y a un parque para niños.
Es un sitio ideal para ir con JAN porque puede jugar y no hay peligro.
Después de cenar se bajó de la silla y se fue a corretear.
A la luz de las farolas y con el sabor de la noche de verano observé a mi hijo y me acordé de lo mucho que yo disfrutaba cuando era pequeño y se hacía la noche en verano.
Ha sido genial porque JAN se acercó a algunos niños y algunos otros se acercaron a él. Poco a poco va relacionándose más.
Cada vez le voy viendo más mayor.
¡Te quiero hijo!