Esta mañana estábamos escuchando música y Mónica se dio cuenta que el bafle subwoofer sonaba mal, como roto.
Me fastidiaba mucho, porque es del equipo de sonido con el que escuchamos la tele y es un rollo llevarlo a arreglar.
Miré si los cables estaban bien conectados y todo ok.
Lo moví y noté como si algo sonara dentro, así que me imaginé algo roto moviéndose en el interior.
Me dispuse a abrirlo para descubrir la fatalidad.
Pues desatornillo y me encuentro la sorpresa.
Nada más y nada menos que una pala de cocina, un cochecito, una bolsa de patatas, una cuchara de juguete, una hoja seca y unas tijeras de plástico.
Jajajajajajaja.
No lo podía creer.
El pillo de JAN había ido introducciendo a lo largo del tiempo los distintos utensilios por el hueco del subwoofer. Je, je.
Le pregunto qué quien metió eso y me mira como si no hubiera roto un plato.
¡Me parto!
Ahora ya suena perfectamente.
Menos mal que no lo llevé a arreglar, imagino la cara del técnico si se hubiera encontrado dentro del bafle toda esa artillería. Jajajaja.
¡Eres genial hijo!
🙂