Hoy, además de pasar un día estupendo en el campo, celebrando el cumpleaños del hijo de unos amigos, hemos vuelto a Ikea.
Si, parece mentira, pero hemos ido a por una estantería que ayer no vimos y que nos viene muy bien para la cocina.
El caso es que como el paquete era muy largo, Mónica no ha podido ir como siempre en el asiento de atrás y JAN ha tenido que ir un tramito de coche solito detrás.
Lo más gracioso ha sido que Mónica y yo nos hemos puesto a cantar para que fuera tranquilo. En cuanto terminaba la canción y nos quedábamos callados se quejaba, entonces volvíamos a cantar. Incluso una de las canciones no le ha gustado… entonces se ha puesto de los nervios y al cambiarla se ha vuelto a relajar.
Por la noche hemos cenado con Ana y Alfonso. Ahora acabamos de llegar a casa y lo mismo nos ponemos a montar el mueble… Está siendo un día entretenido.