Cada día, cuando veo dormir a nuestro hijo… siento paz.
Cada día, cuando veo sonreir a nuestro hijo… siento euforia.
Cada día, cuando veo jugar a nuestro hijo… siento alegría.
Cada día, cuando veo comer a nuestro hijo… siento entusiasmo.
Cada día, cuando veo balbucear a nuestro hijo… siento emoción.
Cada día, cuando miro a JAN… siento AMOR.
Son unas palabras preciosas! Creo que vuestra manera de querer a Jan es envidiable. Ojalá todos los padres quisieran a sus hijos de una manera tan plena e incondicional. Espero veros pronto. Un beso para los tres.