Quizás por la rutina, quizás por comodidad, quizás por descuido… hoy he sido consciente de que no estaba haciendo bien las cosas con JAN en cuanto a la gestión de su autonomía.
Esta tarde, Mónica me preguntaba qué cosas pensaba yo que podíamos hacer mejor con JAN.
En mi caso lo tengo claro, (Mónica trabaja mucho mejor en este sentido), pero yo le estaba haciendo casi todas las tareas a JAN.
Hoy he alucinado, porque se puede quitar él solo los zapatos, los calcetines y comienza a quitarse algo la ropa.
Y es que en la rutina y velocidad del día a día uno no se da cuenta, por ejemplo yo le quito las gafas, pero no se me ocurre decirle: JAN quítate las gafas… y lo sabe hacer.
Con la comida a mi me tiene pillado el truco, porque no quiere comer sólo, quiere que yo le de. Pues hoy he conseguido que comiera todo él solito.
Está claro que hace falta tiempo y paciencia pero por supuesto es fundamental.
Cuando le bajo de la escalera de casa, yo le llevo muchas veces directo al sofá y Moni me dice: por qué no le dejas que vaya él andando, y tiene toda la razón.
Lo maravilloso del horario que tiene es que uno puede trabajar casi todo el día y luego a las 18:00 se le puede dedicar tiempo de calidad.
Es algo que quizás desde fuera parece obvio, pero de veras que no es fácil darse cuenta.
Para mi hoy ha sido un antes y un después.
¡Vamos hijo! ¡Nos vamos a comer el mundo!
🙂
GENIAL!!!
un beso fuerte
alicia y jose luis
A nosotros nos pasa lo mismo, con las prisas del día a día se nos olvida que al menos el fin de semana le podemos dejar vestirse y desvestirse sólo, a su ritmo. La rutina es de 5 días y el fin de semana de 2, así que es normal que se nos olvide. Pero veo que es algo que por rapidez, supongo, hacemos todos los padres.
Yo he empezado a dejarle vestirse sólo, con la mínima ayuda, los viernes por la tarde cuando acabamos la pisci. Como es viernes no hay prisa, nadie nos espera fuera y mientras Jaime se viste a su ritmo yo me visto al mío. He visto que soy la única mamá a mi alrededor que lo hace y los otros niños que no son de integración seguro que lo saben hacer ya con más soltura que mi hijo. Pero es que no les dejamos.
¡Qué mayores están ya!
Un saludo, familia.
(Os sigo aunque no siempre me manifieste;))
Un abrazo.
Como me he sentido identificado con este post.
Las prisas puede ser el principal factor que juega en contra de nuestros hijos. Ellos podrían hacer muchas cosas por si solos, pero nosotros no podemos esperar a que tarde una hora en comerse un plato por ejemplo, y terminamos dándole de comer.
En mi caso, Martín se aprovecha de las circustancias, y termina exigiéndonos que muchas tareas se las hagamos nosotros.
Y entre esas tareas cotidianas y los ejercicios para su estimulación, pasa el tiempo y los días y veo como el «tiempo de calidad» al que haces referencia es cada vez menor.
Se cual es la solución, y es hacer divertida cada tarea, que él disfrute como si fuera un juego con cada ejercicio que le hacemos. Pero no es fácil convertir esos momentos en los que quieres que él haga algo y no lo hace en diversión.
El fallo no es de él, es nuestro por no saber adaptarnos a la situación, pero seguiremos intentándolo, porque no solo somos padres, somos pedagogos, logopedas, fisioterapeutas ….y tenemos que ir aprendiendo realizar todas esas funciones de forma optima para que Martín se desarrolle y evolucione lo mejor posible