Siempre que vamos al Hospital Niño Jesús es inevitable tener un montón de sensaciones, recuerdos, emociones…
Hoy hemos estado para hacer unos análisis a JAN, necesarios para la cita con el Endocrino.
¡Dichosos análisis! ¡Qué mal se pasa!
Moni ha entrado con él. Lo bueno es que le han pinchado bastante rápido y bien.
El pobre ha llorado mucho. Daba muchísima pena verle así.
Cuando ya se le pasó le preguntábamos: ¿donde te han pinchado? y él se señalaba el bracito donde tenía el pinchazo.
¡Es tan dulce!
Te entiendo perfectamente. A mi peque también le han sacado sangre un montón de veces y es ver la bata blanca y ponerse nervioso. Vamos dando pasos similares porque a nosotros nos toca en diciembre. Yo le doy un chupa chupa como premio de consolación y como no suele tomar chuches le encanta. Ya sabes las penas con pan…
Con Martín al principio nos pasaba lo mismo, lloraba mucho con los análisis (tambien son bastantes frecuentes por su hipotiroidismo), y sin embargo ahora (ya con 5 años), ya se quedan alucinados en el laboratorio porque no solo no llora sino que va totalmente confiado y colaborando. De hecho, en alguna ocasión que ha ido acompañandome a mí, se empeñaba en que el quería que tambien le pincharan y les ponía su bracito, jajaa. Es mucho más fácil cuando a ellos se les ve tranquilos. Besos,
Pobriiñooo, ya me lo imagino, con los ojos llorosos señalando su bracitoo con cara de pena ¡Vaya JAN ! Cuanto te comprendo! Yo tengo revisión dentro de poco, pero para que no duela el pinchado hay que respirar mientras lo hacen y listo!
Preparada para toodoo jajaja ;D
besos