Hoy JAN me acompañó a mí al dentista.
Al principio se puso muy nervioso porque es en el mismo sitio donde le llevamos a él.
Yo le expliqué que hoy a él no le iban a hacer nada.
Le sentaron en una sillita y vio cómo me tumbaban a mí. Al ver que yo no me quejaba y que no pasaba nada se quedó más tranquilo.
Yo creo que ha sido muy bueno que me acompañara, porque así se ha dado cuenta que no es para tanto y ha perdido un poco el miedo. 🙂
¡Bravo hijo!