Esta noche a las 5:00 de la madrugada se despertó JAN.
Estaba a tope y no se quería dormir. ¡Qué sueño, madre mía!
Estuvo despierto dos horas y justo cuando nos teníamos que levantar para ir al cole, entonces se quedó sobado.
No había manera de despertarlo. ¡Qué tío!
Al final lo conseguí.
Luego a la tarde vino dormido en la ruta.
Je, je.
Menuda nochecita. 😉