Hoy llegué cansado de trabajar, además me encontraba bastante mal, con dolor de cabeza y de pecho, medio acatarrado.
Abrí la puerta y me encontré con la sonrisa de JAN. Pues como si fuera una pócima curativa mi estado cambió, me sentí mucho mejor en un momento. Je, je.
¡Gracias hijo por regalarme esa sonrisa! 🙂
es que jan hecha unas sonrisas que hasta los que no lo conocemos en persona son roba el corazon 🙂 que tierno 🙂