Hoy ha sido el tercer y último empaste de JAN.
Para mi ha sido el más duro, porque esta vez ha anticipado y según llegábamos se ha empezado a poner nervioso. Cuando nos hemos sentado en el sillón del dentista ya estaba a los gritos.
A nivel cognitivo es muy bueno que anticipe, pero ha sido duro.
Me ha costado bastante sujetarle, pero le he tratado de trasmitir seguridad y tranquilidad.
Luego cuando la dentista ha acabado se ha quedado muy relajado y en seguida se le ha pasado, como las otras veces.
Por fin ha terminado el calvario. Dentro de tres meses iremos a revisión, pero por ahora ya está. 🙂
¡Es un súper valiente!