Recuerdo cuando JAN era más pequeño lo mucho que le costaba quedarse con cualquiera que no fuéramos nosotros.
Era algo que me agobiaba. No podíamos dejarle con nadie y era muy difícil hacer planes.
Ahora soy feliz cuando le llevo a casa de mi hermana y veo lo contento que se queda, entra en la casa tan tranquilo y me dice adiós cuando me voy.
Es maravilloso. ¡Disfruta tanto con sus primos!
Encima ayer cuando le llevé estaba mi madre también. 🙂
Ya duerme desde hace un rato, mañana comienza la semana. 😉