Hoy cuando ayudaba a subir a JAN las escaleras para irse a dormir, me he dado cuenta que ha mejorado un montón.
Yo apenas hacía fuerza y él se empujaba para subir los escalones.
Cada vez mejor.
Es una cuestión de tiempo, paciencia y esfuerzo.
Pronto le veremos subiendo y bajando escaleras solo.
Está claro que cuesta cada nuevo objetivo, pero la satisfacción cuando se consigue es inmensa.
¡Vamos hijo! 🙂
Te Amo…