Esta tarde estuvimos JAN y yo en casa de mi amigo José. A la vuelta, sobre las 20:30 se quedó frito en el coche.
No sabía si despertarle o no, porque no había cenado. Le puse el pijama y le hablé, pero siguió dormido. Entonces me vino el recuerdo de hace un tiempo que un día pasó algo parecido y al despertarle se llevó un gran sofocón.
Así que he decidido que siguiera durmiendo. Veremos si no se despierta a las 4:00 de la madrugada pidiendo comer.
Mañana os cuento.
🙂