Hoy estaba algo enfadoso. Hemos tenido tarde de compras, luego una complicación del trabajo. Me sentía muy cansado y me dolía la cabeza.
Luego he cambiado a JAN, se había hecho caquita. Al cambiarle se ha manchado toda la ropa, el sofá… vaya, un desastre.
Entonces, todavía me he sentido peor…
Pero de pronto he cogido a JAN en brazos, mi mente seguía run run run, y de casualidad me he encontrado con su mirada. Me he quedado helado. Parecía que estuviera tratando de decirme algo. Al poco ha puesto la boquita de piñón y ha dicho: Aguuuuuu… Os juro que parecía que me estaba diciendo: papá no te enfades… que todo ésto no tiene importancia.
Es increíble sentir que ya hay comunicación, con un simple sonido y su mirada, transmite muchos sentimientos.
Bueno, el caso es que al final se me ha alegrado el día.
Mi enfado se ha quedado en el olvido…
Gracias hijo.
Te quiero.