Ayer a la vuelta de casa de unos amigos JAN se quedó dormido.
Le subí a casa con cuidado, intentando que no se despertara, pero fue imposible.
Según le estaba poniendo el pijama se despertó.
Pues el pobre se desveló, estaba muy agobiado y no paraba de llorar. No había forma de calmarle, estaba muy cansado porque no había dormido la siesta y se despertó fatal.
Al final se terminó tranquilizando y se durmió, pero fue muy difícil y agobiante.
¡Pobrecillo!
Ojalá no vuelva a pasar…
¡Te quiero hijo!
A mí me ha pasado alguna vez y lo que hago ahora es que si llegan dormidos los acuesto tal cual, sin ponerles el pijama o pasarles una toallita, les dejó dormir a gusto y mañana sera otro dia 🙂 Que no le vuelva a pasar al pequeño. Un abrazo.
Es que lo malo de llegar tarde que es que siempre se despiertan los niños y luego tardan mucho en dormirse… que agobio 🙁
Un abrazo.
Lo mejor para eso, y lo que nosotros haciamos, era llevarnos el pijama si pensabamos y ir a casa de amigos o familiares y antes de subirlo al coche ponerselo, así cuando llegabamos lo sacabamos de la sillita y a la cama.
Un abrazo.
Ana.