El otro día, Moni y yo fuimos a buscar a JAN a la Escuela Infantil.
Siempre que llegamos a por él nos recibe con risas, euforia y alegría.
Pero ese día no fue así, se abrazó a su madre y rompió a llorar. Era un llanto muy particular, un llanto de desahogo…
Justo esa misma mañana Moni me había comentado que estaba preocupada porque llevaba unos días que casi no había coincidido con JAN. Por motivos de trabajo los horarios no habían sido favorables.
Es innegable el grado de conexión entre madre e hijo, justo esa misma tarde fue el suceso del llanto.
JAN lloró y pudo expresar su malestar. Creo que es muy importante que un niño pueda llorar, que pueda expresar su dolor… ojalá todos fuéramos capaces de poder desahogarnos cuando estamos mal, de poder llorar, de poder sacar el malestar y encontrar la paz.
Siempre hay algo que aprender de nuestros hijos.
Qué facilidad tienes para expresar papá. Y más que para expresar, para transmitir diría yo. En un texto de apenas unos renglones eres capaz de despertar ternura, de conseguir sacar una sonrisa, de contagiar una preocupación….. o como en este caso, de hacer que el simple hecho de que Jan llore al salir del cole sea un relato que despierte un suspiro con cierto aire de tristeza y penita en mí….No por nada, solo por imaginarlo allí esperando impaciente a su mamá con la nostalgia de darle ese abrazo…..:( Pobrecito mi niño!!