No voy a negar que Mónica y yo tenemos un pequeño huequito de esperanza en nuestro corazón, que nos hace pensar en la posibilidad de que nuestro hijo no tenga Síndrome de Down, o que tenga mosaicismo, esto quiere decir que no todas las células están afectadas, esto se da en muy pocos casos, únicamente en 1-1,5% de los afectados.
Curiosamente no nos gusta escucharlo en los demás, si alguien nos dice que hasta que no nos den el cariotipo pensemos en que no lo tiene, nos duele y nos incomoda.
El día 23 nos darán el resultado del cariotipo. El momento se acerca, y sin querer sentirlo mucho, localizo un incómodo cosquilleo en el estómago.
Es raro, porque yo tengo una sensación bastante difícil de explicar. Todo esto ha provocado mucho amor en la gente y como de forma mágica ha traído cosas muy positivas.. Es cierto que en lo más profundo de mi ser, deseo que JAN no tenga Síndrome de Down y que hay momentos que siento mucho vértigo pensando en el futuro, pero por otro lado está siendo todo tan emocionante… y esto me crea una especie de culpa.
Lo más bonito es, que pase lo que pase, ES y siempre SERÁ JAN y esto es lo realmente grande.
Hoy le veo más mayor, al cogerlo aguanta mucho mejor su cabecita, y al ponerlo boca abajo (recomendado por el fisioterapeuta) también levanta un poco la cabecita, aunque le molesta y con sus quejidos reivindica que le den la vuelta (esto me encanta, pues me da seguridad al verle cierto carácter).
Es tan lindo… no pararé de decirlo una y otra vez.
Hoy me siento más tranquilo, ni demasiado eufórico ni demasiado triste. Siento que este es el punto en el que debo estar.
Ahora solo queda esperar, ya queda menos.
Mónica y yo seguimos manteniendo la calma… y un poco (aunque sea muy poco) de ESPERANZA.
No sé si Jan tendrá mosaicismo u otra clase del sindrome pero de lo que estamos seguros Gonzalo y yo es que si fueramos Jan no podríamos haber tenido más suerte con los padres que le han tocado. Estoy segura que gran parte de la felicidad y tranquilidad que se le ve cuando estas a su lado es porque sabe que todo va a salir lo mejor posible y para delante. Besos y fueza para los dos
Nano y Moni, es normal que estén viviendo estos días entre dudas, certezas y sentimientos encontrados. Pero lo más claro es que hay un sentimiento innegociable que está por encima de todos, que es el amor. Y aquí hay mucho, y del bueno.
De entre todos los besos que le dan a Jan por día, dénle alguno de mi parte. Cuando yo esté «virus-free», ya iré a dárselos personalmente.