Nunca olvidaré el día que nos dieron el resultado del cariotipo.
Mónica y yo fuimos a tomar algo a un bar junto al Niño Jesús, la mire fijamente y la dije con los ojos llenos de lágrimas: ¿Tú crees que podré jugar al fútbol con mi hijo?
El otro día jugué con mi hijo JAN a pasarme una pelotita que le regaló mi tía Maica.
Yo se la pasaba y él le daba un manotazo para devolvérmela.
Cuando juegue al fútbol con mi hijo me acordaré de aquella frase y estoy seguro que afirmaré todavía con más rotundidad: no fue tan difícil como pensábamos.
No lo dudes, luego no querrá dejar de jugar a la pelota. Martín está aprendiendo muchas cosas, gracias al juego con la pelota. De hecho, con sus 3 años, salvo para ver los CANTAJUEGOS, solo se mantiene atento ante la TV, cuando en el telediario, llega la sección de fútbol (y eso que en casa no somos nada aficionados). Un abrazo,
JAN es maravilloso, haréis muchísimas cosas juntos!