Hoy tenía hora en el dentista a las 16:30.
Al final Mónica tuvo un curso por la tarde y no se pudo ocupar de JAN.
Así que decidí que se viniera conmigo al dentista.
Yo tenía dudas sobre si el peque iba a estar tranquilo mientras me atendían, pero al final todo ha ido muy bien. JAN ha estado sentado en el carrito muy tranquilo. Ha enamorado a la doctora y a su ayudante.
Ha sonreído, balbuceado, saludado…
Antes de irnos le han mirado los dientes y nos han dicho que le están saliendo muy bien.
Da gusto poder llevarle a cualquier sitio, aguanta muy bien y tiene mucha paciencia.
A la vuelta, al bajarle del coche, me he quedado mirándole a los ojos y le he dicho: «gracias hijo, por acompañarme y estar tranquilo».
Estoy seguro que lo entiende y algo se le queda.
Te quiero hijo.