Hoy hemos estado en un curso de vínculo a través del juego, que impartían dos chicas y una de ellas es Estela, nuestra terapeuta craneosacral.
Ha sido muy interesante.
Nos han hablado de cosas, que nunca nos habíamos parado a pensar cuando jugábamos con niños y que nos pueden servir de gran ayuda.
Por ejemplo, nos han transmitido que cuando jugamos con nuestros hijos es importante escucharles y mantener nuestra energía a un nivel adecuado, ya que es fácil contagiarse de la excitación de un niño y sin darnos cuenta, elevarla aun más…
Debido al vínculo que ellos tienen con nosotros, si no controlamos esa excitación, irá subiendo tanto el nivel que en un momento determinado le puede llegar a desbordar, en forma de llanto o rabieta.
Otra cosa muy interesante es el planteamiento de que no hay que hacer cosquillas a un bebé, ya que él no se puede expresar para decirnos que paremos. A ninguno nos gustaría que nos hicieran cosquillas y no poder decir que paren.
Otra cosa de la que se ha hablado es que no hay que competir jugando con el niño. Es decir, si tu hijo juega a que no te deja pasar por el marco de la puerta, lo interesante será jugar a que no puedes pasar, entonces estarás en sintonía con tu hijo, en su mismo juego, sin ponerte por encima.
La segunda parte del curso ha sido práctica, y hemos estado jugando, cantando y bailando con los niños…
En uno de los juegos me he puesto a JAN en los hombros y ha sido muy divertido. Al hacer yo algún pequeño movimiento, él se agarraba con muchísima fuerza a mi pelo apretando sus manitas.
Aunque ir al curso ha sido un esfuerzo para mí, ya que todavía arrastraba algo de catarro, ha merecido la pena.
Es maravilloso sentir que cada día podemos aprender algo nuevo…
Gracias JAN.
