¿Cómo algo tan simple puede ser tan divertido? Jajaja.
JAN se puso por detrás de mí en el sofá y me enganchó con las piernas y con las manos, entonces tiró hacia atrás abrazándome de tal manera, que mi peso se iba hacia él y se partía de risa.
Vaya carcajadas que daba.
Le hacía mucha gracia ser él quien me abrazaba y la sensación de sentir mi peso sobre él.
A mí me empezó también a entrar la risa porque según trataba de incorporarme, él tiraba más hacia atrás.
¡Menuda fiesta! Jajaja.
¡Genial!