Pues estábamos en la piscina y JAN se puso mis gafas de sol y vino a saludarme con cara de malote. Jaja.
Estaba muy gracioso el tío.
Y es que últimamente está un poco malote, le encanta decir que no a las cosas y quejarse un poco… pero es normal, a todos nos gusta hacer lo que nos apetece, y no lo que nos dicen que hagamos.
Pero es un malote amoroso, porque hoy mismo ha venido y me ha dado un beso de esos largos… y ha sido de pronto, sin que lo esperara.
Y me he derretido. 🙂