No hay noche que no amanezcamos con JAN en nuestra cama. Je, je.
El tío se ha buscado un método sigiloso para meterse en la cama y que ni te enteres. Ahora incluso se tumba a los pies y de esa manera consigue pasar más rato desapercibido.
¡Menudo tío!
Lo mejor es darse cuenta cuando entra en la habitación, entonces le dices que se vaya a su cama y recula sin rechistar.
Pero claro ya se lo sabe, entra sin hacer ruido y así no te percatas. 🙂
¡Menudo pillo!
Jajaaaa ese JAN es bien inteligente!!!!