Me encanta cuando le acompaño a JAN a su cama y está que se cae de sueño.
Nos entra la risa a los dos. Yo me quedo mirando cómo se duerme y él se parte de risa.
No aguanta los ojitos, los va cerrando poco a poco y de pronto le entra la risa y se despierta. Jajaja. ¡Es genial!
Luego otra vez a cerrar los ojitos, y así hasta que se queda sobado.
Es maravilloso ver cómo se duerme, uno siente mucho amor.. 🙂
Te quiero hijo.