Me encanta cuando escucho a JAN por la mañana que se acerca a nuestra habitación y llama a la puerta. 🙂
Me da mucha ternura.
Luego intenta abrirla, pero está un poco dura y no lo consigue. Así que en seguida le abrimos y se viene pitando a la cama.
A veces empieza el cachondeo y ya no hay quien duerma, y otras tantas se queda tranquilito tumbado.
Te amo hijo.