No hay más que ver la foto y uno entiende el amor de JAN por su madre.
Lo que más admiro de Mónica es la entrega que tiene por su hijo. Desde que nació JAN alimentó el vínculo y le ayudó a crecer.
Una madre dulce, cariñosa, una mujer que ha dado seguridad y calor a su hijo. Volcada en su evolución y en su aprendizaje.
Siempre tratando de encontrar algo para ayudarle a mejorar.
Gracias Mónica por ser la madre de JAN.
Y felicidades a todas las madres… en especial a las dos abuelas de JAN. 🙂